Tradición artística
La cendea posee una interesante herencia artística, sobre todo medieval y renacentista. El desarrollo del románico y del gótico en sus pueblos tuvo como motor su relación con el Camino de Santiago, que permitió la entrada del influjo francés en estas tierras.En estilo románico las piezas más interesantes se encuentran en la iglesia de San Esteban de Esparza. Fue construida en piedra en dos épocas diferentes, durante los siglos XIII y XVI, y posee una portada de tradición románica con arco abocinado y capiteles zoomórficos.
Las obras góticas más interesantes de la cendea son la parroquia de Galar, la de Subiza y una preciosa talla de virgen sedente con niño en Olaz. El primer templo mencionado está dedicado a San Martín de Tours; su puerta consta de un arco de medio punto abocinado con arquivoltas que se apoyan en tres parejas de columnas con capiteles vegetales y zoomórficos, y su tímpano está adornado con motivos heráldicos. La iglesia de San Juan Bautista de Subiza es ya de un gótico tardío.
Mención aparte merece la delicada talla mariana en madera de Olaz, fechada hacia 1400, que preside el retablo dieciochesco. Se trata de una imagen sedente que sigue la tradición francesa del XIV. Renacentistas son la iglesia de Esquíroz y partes de las de Cordovilla y Esparza. La parroquia de San Adrián de Esquíroz es gótico-renacentista, de la primera mitad del siglo XVI. Protegida por un pórtico, la puerta es abocinada, de arquivoltas poco apuntadas, excepto la exterior.
En Cordovilla, la iglesia de San Cosme y San Damián es el resultado de dos épocas distintas: finales del XVI la cabecera y bastante posterior el resto. Lo mismo puede decirse de San Esteban de Esparza cuya segunda fase constructiva data del XVI, frente a la primera románica. Es muy interesante observar la proliferación de retablos de diferentes épocas en toda la cendea; desde el plateresco de Esparza hasta el del XVII de Arlegui. Dentro del contexto general de estos pueblos especial calidad artística reviste el ya mencionado de Esparza.
Plateresco del XVI mezcla la escultura -en el banco y en la calle central- con la pintura sobre tabla -en las calles laterales- y despliega una enorme belleza en la conjunción armónica de ambas manifestaciones artísticas.
Ya en estilo plenamente renacentista hay que señalar el retablo mayor de Esquíroz, impresionante por su riqueza de imágenes y relieves, debido al escultor Miguel Marsal.
Romanistas son los retablos de la iglesia de San Martín de Tours en Arlegui. Dicha iglesia conserva tres retablos del siglo XVII de similar arquitectura y decoración, que pueden ser del ensamblador Juan de Ardanaz. También romanistas, pero de la primera mitad del XVI, son los de Salinas.
Posterior es el retablo en madera dorada y policromada, con decoración barroca de la iglesia de San Miguel en Barbatain. Su imaginería es contemporánea, excepto un San Miguel que puede presumirse pertenece a la época del retablo.
Para finalizar, simplemente mencionar las pilas bautismales de Esparza y Salinas; la de Esparza resulta muy curiosa porque para su factura se utilizaron dos capiteles
románicos.
En cuanto a orfebrería y ajuares litúrgicos, destacan Pila la parroquia de Esparza por su precioso píxide de esmaltes, hoy en el museo diocesano, y la de Arlegui por su capa pluvial del XVIII y sus objetos de planta de origen filipino.
En Subiza sobresale la arquitectura civil con su palacio torreado, uno de los más elegantes del siglo XVIII navarro, posee aleros volados y dos torres flanqueantes con cubierta a dos aguas y escudo de armas rococó.